Hooligan

Djokovic barre a Carballés y empieza a crecer en París

Por Redacción

El tenista serbio Novak Djokovic superó este jueves con autoridad al español Roberto Carballés por 6-4, 6-1 y 6-2 para alcanzar la tercera ronda de Roland Garros, mientras que los también españoles Jaume Munar y Alejandro Davidovich se despidieron del torneo parisino tras perder, respectivamente, contra el australiano Alex de Miñaur (7-5, 6-1 y 6-4) y ante el noruego Casper Ruud (7-6[5], 1-6, 6-3, 4-6 y 6-3).

Djokovic hizo en la Pista Philippe Chatrier un sólido encuentro, de esos que necesita el número uno del mundo para recuperar su mejor versión. El de Belgrado, que llegó a París con bastantes dudas, puso un 3-0 en duelos directos con un Carballés que solo se topa con él en los ‘grandes’, tras hacerlo el año pasado en Australia y en 2019 durante el US Open.

Pese a que la tierra batida podía ayudar al tinerfeño, su adversario cuajó uno de sus mejores partidos de la temporada y se medirá ahora con el italiano Lorenzo Musetti, verdugo del francés Gaël Monfils (7-5, 6-1 y 6-4). Habiendo dado un buen paso adelante en su defensa del título, ‘Nole’ sigue en la búsqueda del que sería su 25º ‘Grand Slam’.

Carballés, tratando de recuperar el aura que le llevó a la final de Marrakech a principios de abril, opuso su mayor resistencia en el primer set, donde llegó a romper el saque del número uno, pero sin evitar un 6-4 en contra. Después, el belgradense empezó rompiendo al español en el segundo y el tercer set, mucha ventaja para un número uno con ganas de encontrar ritmo y sensaciones.

Sin jugar una final en lo que va de 2024 y con una gira discreta sobre tierra, ‘Nole’ no desaprovechó la opción de apuntarse un triunfo sin fallo después de dos horas y cuatro minutos de partido. Incluso dejó un par de golpes para la galería de momentazos televisivos, haciéndose fuerte en un torneo donde seguro ya no se cruzará con Rafael Nadal.

MUNAR Y DAVIDOVICH PIERDEN DE MANERAS DISTINTAS

Por otra parte, en la Pista N°6, Munar comenzó sufriendo en su primer servicio ante De Miñaur. Aunque salvó una bola de ‘break’, el mallorquín perdió sus dos siguientes turnos de saque y ya fue a remolque. Recuperó terreno con una rotura en el décimo juego, pero el australiano enmendó la situación de inmediato (6-5) y abrochó el set justo a continuación.

Espoleado por el marcador, De Miñaur rompió el servicio rival nada más arrancar la siguiente manga y no dio oportunidadeds de ‘break’ al de Santanyí, acelerando para ganar ese segundo set en media hora. En el tercero regresó la igualdad del principio del duelo, con Munar salvando dos tempranas pelotas de quiebre y conservando sus servicios con calma.

Sin embargo, el ‘aussie’ impuso su mejor cara al resto en el décimo juego y certificó la victoria tras dos horas y 11 minutos. En la próxima ronda se enfrentará al alemán Jan-Lennard Struff, verdugo del kazajo Alexander Bublik por 6-2, 6-2 y 6-3 en poco más de hora y cuarto de peloteos.

Además, en la Pista Suzanne Lenglen, Davidovich aguantó más de cuatro horas en un partido cuyo desenlace rozó la medianoche. Hubo intensidad tanto suya como de Ruud a raudales, intercambiando bolas pesadas debido a la humedad que persistía por la cuantiosa lluvia caída previamente en París.

Su larga batalla ya se pudo intuir en el juego inaugural, favorable al noruego pese a salvar tres pelotas de rotura. Eso sí, no hubo más en todo el primer set, abocado a una muerte súbita donde Davidovich encajó un 3-0 que hipotecó su futuro a corto plazo. Pero comenzó el segundo set de manera diferente, más versátil y con un quiebre a su favor (0-3, 1-4).

En el sexto juego rompió otra vez el servicio de su oponente e ‘ipso facto’ consolidó tal ventaja. Durante la tercera manga, se invirtieron las tornas nuevamente, pues Ruud se situó 2-0 arriba, lo que apenas duró por un rápido ‘break’ del malagueño. Aunque luego ambos tenistas gozaron de opciones para volver a quebrar, solo acertó Ruud (6-3).

Varios calambres habían hecho sufrir a Davidovich, que tomó vinagre de manzana y eso le sirvió para recuperar el ritmo, la constancia y la eficacia en bastantes golpes con su ‘drive’. Tras apuntarse la cuarta manga en un final de vaivenes de roturas, el andaluz flojeó en la quinta.

Ruud recurrió entonces a su oficio y en momentos clave a su calidad en el revés, hasta remontar el 1-2 que llevaba su contrincante. A partir del 3-2, renta ampliada rápidamente a 4-2, el nórdico no soltó más las riendas de un partido que acabó ganando tras cuatro horas y ocho minutos.