Elfyn Evans no falló. El galés es el campeón de esa cita que suele coronar a los mejores pilotos del Mundial de Rallyes, Finlandia. Por emplazamiento (no por nada es conocido como el Mil Lagos), dificultad y prestigio que da al palmarés del campeón. Además, el de 2023 abre un campeonato que parecía decidido por el talento abrumador y diferencial de Kalle Rovanperä.
Sería faltar a la verdad pensar que existió mucho rally o que fue competido. Nada más lejos de la realidad. Los dos favoritos en el tipo de rally que es Finlandia se quedaron fuera el primer día. Tänak, tras el enésimo problema mecánico del Puma. Y Rovanperä, al volcar cuando ponía la directa.
Kalle, que no suele esconderse, fue directo. «Cometí un error idiota, estoy fuera», confesó. A decir verdad no debería lastrar su título pues es el más rápido y constante, pero para un finés ganar en su casa son palabras mayores. Evans le aprieta en el título. Se coloca a 25 puntos.
Fundamentado en un pleno de puntos magistral. Los 25 de la victoria y la Power Stage. Evans atacó como quiso, demostró la superioridad del Yaris y arrasó de arriba a abajo ante un Neuville gris pero segundo y tercero en el Mundial.
Neuville lo tuvo claro siempre. «No me esperaba estar aquí», recalcó. Es el tercero en discordia por el título, pero el que menos tiene cuando hay que ganar una carrera. Katsuta, eterna promesa nipona, subió al podio. El Mil Lagos siempre está y abre un campeonato que parecía decidido. Kalle tiene que correr algo más.