La seleccionadora canadiense de fútbol femenino, Bev Priestman, fue expulsada de los Juegos Olímpicos por las acusaciones de espionaje con drones, después de que dos miembros del cuerpo técnico de la selección campeona olímpica en Tokio 2020 fueran despedidos del torneo por utilizar drones para espiar a su rival Nueva Zelanda, al que vencieron 2-1 en su debut en Paris 2024.
La seleccionadora, que decidió no sentarse en el banquillo el primer partido como responsable de lo sucedido, no dirigirá ningún partido en los Juegos, dejando su puesto al entrenador asistente Andy Spence, después de que el Comité Olímpico Canadiense (COC) informara este viernes de que había apartado a Priestman.
«En las últimas 24 horas, ha llegado a nuestra atención información adicional sobre el uso previo de drones contra oponentes, antes de los Juegos Olímpicos de París», anuncio el director ejecutivo de ‘Canada Soccer’, Kevin Blue.
El dirigente explicó que «a la luz de estas nuevas revelaciones», han decidido «suspender a la entrenadora principal de la selección femenina de fútbol por el resto de los Juegos Olímpicos de Paris 2024, hasta la finalización de la revisión externa independiente» que habían anunciado realizar.