os Pacers estaban contra las cuerdas en el sexto partido de las semifinales del Este, pero cuando más apretaba la soga al cuello sacaron lo mejor de su repertorio para doblegar a los Knicks (116-103), empatar la serie (3-3) y forzar el séptimo y definitivo encuentro que se jugará este domingo (9.30 hora española) en el majestuoso Madison Square Garden.
Tras haber perdido por 32 puntos en el quinto partido de la eliminatoria (121-89), los de Rick Carlisle sacaron pecho y volvieron a hacerse fuertes en el Gainbridge Fieldhouse, única cancha que permanece invicta en estos Playoffs (6-0).
Pascal Siakam (20+5+7) lideró el triunfo coral de los de Indiana, secundado por la buena aportación de los titulares Myles Turner (17+8), Tyrese Haliburton (15+6+9) y Andrew Nemhard (15+6+6) y del suplente T.J. McConnell (15). Demasiados frentes ofensivos abiertos para unos Knicks que encadenaron su novena derrota consecutiva en cancha de los Pacers, que esta vez sí dominaron el rebote (47-35).
Los Knicks, lastrados por las bajas
Los de Nueva York, muy erráticos desde el tiro libre (18/26) , volvieron a acusar las bajas de OG Anunoby, Bojan Bogdanovic, Julius Randle y Mitchell Robinson, a las que se sumó en el tercer cuarto del partido la de Josh Hart, un titular clave que tuvo que abandonar el partido con un fuerte dolor abdominal y es duda para este domingo, en el que quizá podrían recuperar para su causa a Anunoby.
Por si esto fuera poco, los Knicks se vieron lastrados por la nefasta primera parte de su estrella, Jalen Brunson, con sólo 5 puntos y 2/13 tiros de campo. El base, tras fallar sus últimos 11 tiros del segundo cuarto, reaccionó tras el descanso anotando 26 para acabar con 31 puntos y 5 asistencias. Pero fue demasiado tarde porque los Pacers ya se habían escapado con un parcial de 13-2 en el segundo cuarto que les dio una ventaja que ya no dejarían escapar.
La resurrección de Brunson no basta
Brunson acercó a los suyos tras el descanso (61-56), pero la lesión de Josh Hart y los triples de Nembhard y Haliburton relanzaron de nuevo a los Pacers, que estiraron hasta los 18 puntos la diferencia (88-75) que llegó a ser de 23 puntos en el último acto. Thibodeau sentó entonces a Brunson y DiVincenzo (17+4+2) pensando ya en la batalla que les espera en el Madison.
«Tuvimos que salir y jugar a la desesperada. Creo que en los Playoffs siempre se habla de que el equipo más desesperado suele ser el que gana, y estábamos abajo 3-2, así que la presión estaba sobre nosotros. Tuvimos que salir y simplemente jugar más duro durante 48 minutos«, dijo Tyrese Haliburton, motivado para el séptimo partido en una de las canchas más emblemáticas de la Liga: «Espero el ambiente más increíble para jugar un partido de la NBA. El Madison es un lugar loco con una afición enfurecida«, aseguró.