El entrenador del FC Barcelona, Roger Grimau, ha ironizado sobre el arbitraje tras perder por 104-98 ante el Real Madrid en el segundo partido de su semifinal de la Liga Endesa, jugado este viernes en el WiZink Center, y por ello ha dicho que «debe ser normal empujar», en alusión a un lance de Walter Tavares sobre Jan Vesely en el desenlace.
«Debe ser una acción normal empujar, porque no ha sido antideportiva. No lo sé. Pero no lo he visto, quiero verlo y ya te digo, me preguntas y te contesto, a lo mejor me tendría que callar. A mí me lo ha parecido, pero a lo mejor ha ido muy rápido, no me he dado cuenta y no le ha tocado, no lo sé», indicó en rueda de prensa, analizando ese posible empujón de Tavares a Vesely con 99-91 y la remontada culé en ciernes.
«Los mediocontactillos a nosotros no nos sirven. No conseguimos cobrar faltas de ahí y nosotros sí que recibimos muchas faltas de esto», añadió la dureza en defensa. «En esos momentos es bueno ser valiente para esos contactos, estoy convencido de que algún día nos cobrarán alguna falta. Y a partir de ahí, si no podemos, sacar balones fuera y dar pases extra», argumentó sobre su estilo de juego en este duelo.
«Es evidente que a nivel defensivo, 104 puntos son demasiados, sobre todo por bastantes situaciones de últimos segundos, de balones divididos y de rebotes que nos han castigado mucho. Creo que en ataque hemos encontrado buenas opciones durante todo el partido, pudiendo correr y jugar nuestra transiciones, pero se necesita basatante más para poder ganar», lamentó el técnico de un Barça que va 2-0 abajo en esta serie.
«Contento con algunas cosas y evidentemente con otras crabreado por marcharnos sin haber podido sacar la victoria. Creo que hemos estado cerca, pero se tienen que dar las cosas mejor para poder hacerlo. Convencido de ir al Palau, con nuestra gente, a darlo abolutamente todo para sacar los partidos que tenemos enfrente», subrayó Grimau.
«Puede salir mejor o puede salir peor, pero ganas y orgullo, siempre», dijo al respecto de cómo sus pupilos afrontarán el próximo partido en el Palau Blaugrana. Así, abogó por «ser nosotros, ser defensivamente muy agresivos, muy intensos, ayudarnos mucho, ser un equipo y corregir el error del compañero cuando se produce. Porque evidentemente el baloncesto es un juego de errores y lo que no vale es encadenar errores», concluyó desde la sala de prensa del WiZink Center.